16.3.08

La ley de la selva y la batería pesada contra las comunidades

Alberto Chirif

He leído el artículo de José Álvarez en el que analiza la llamada “Ley de la Selva” y el texto que sustituye los proyectos de Ley 840 y 690, que a su vez modifican los Art. 2° y 7° de la Ley N° 28852, “Ley de Promoción de la Inversión Privada en Reforestación y Agroforestería”. Con razones solventes, como es su costumbre, Álvarez analiza las deficiencias que aún persisten en el nuevo texto y termina suscribiendo la propuesta del Consejo Interregional Amazónico (CIAM), de pedir la paralización del proyecto de ley, a fin de elaborar un nuevo texto con participación de los actores principales: Gobiernos Regionales de la Selva, representantes de las comunidades locales y entidades especializadas en temas amazónicos (IIAP, universidades amazónicas, Grupos Regionales de Manejo de Bosques, etc.).

Hay tres cuestiones en las que quiero ampliar el debate sobre el tema de ésa y otras leyes que hacen parte de la misma estrategia del actual gobierno. La primera es el de las famosas zonas deforestadas por efectos de la colonización, cuyas cifran oscilan entre 8 y 12 millones de hectáreas. Se ha demostrado hasta el cansancio de que parte de dichas áreas están bajo cultivos y otras en proceso de regeneración de bosques secundarios (purmas) de diferentes edades. Sobre este tema quiero decir que la colonización ha sido política de Estado desde mediados del siglo XIX, cuando la región se ofertó en Europa como zona vacía y de ingentes recursos, capaz de acoger a miles de inmigrantes europeos. En el siglo XX, con Prado y, sobre todo, con Belaunde, que consideraba que la Amazonía poseía “tierras ubérrimas para la ganadería y la agricultura”, la región fue objeto de costosos programa de colonización (proyectos especiales) que expandieron las carreteras y facilitaron el asentamiento de miles de emigrantes. Ante el fracaso de la mayoría de las propuestas de cultivo, las zonas abiertas a la colonización se volcaron principalmente hacia el sembrío de la coca, lo que generó violencia y la aparición de grupos subversivos que se financiaban mediante el tráfico ilícito de drogas. Son los casos de alto Mayo, Huallaga y Pichis Palcazo. Sé por propia experiencia, que hasta fines de la década de 1970 en estas últimas cuencas no había sembríos de coca, y que fue después de la instalación del “proyecto especial”, a comienzo de la siguiente década, que aparecieron y se expandieron junto con la violencia.

Más allá de que parte de las áreas deforestadas estén bajo cultivos o en procesos de regeneración del bosque, sí hay áreas que han sido deterioradas por efecto de la colonización propiciada por el Estado y la tala sin criterio ni conocimiento de los bosques para aprovechar sus “tierras ubérrimas”. Por esto el Estado no puede olvidar que el deterioro y el fracaso de estos proyectos de colonización han sido consecuencia de sus propias políticas, que en un momento determinado consideraron a la región como el granero del país y la solución del problema de desocupación y pobreza de miles de peruanos. Le toca entonces al Estado hacer una autocrítica. Pero en vez de esto, culpa a la agricultura informal del deterioro de la región y da un vuelvo de 180º para proponer ahora la privatización como la solución de estos problemas. Esta forma de hacer política dando bandazos de un lado a otro, de un error, que en un momento fue considerado la solución de los males nacionales, a una nueva propuesta, es irresponsable. No se juega así con los fondos públicos ni con las esperanzas de miles de peruanos que buscan logran acceso al trabajo y a la riqueza.
La segunda cuestión es la de la reforestación. Sin duda, por más que parte de los terrenos deforestados estén bajo producción o en procesos de regeneración de bosques, sí hay deterioro ambiental, en especial, en la selva alta, es decir, allí donde los procesos de colonización se han concentrado con particular intensidad. Hay tierras erosionadas, shapumbales y otros signos evidentes de deterioro ambiental.

Soy un convencido que la reforestación es una de las soluciones para recuperar las áreas más intervenidas. El asunto es por qué proponer la privatización de las tierras y su venta al gran capital para hacerlo. ¿Por qué no trabajar con la gente que tiene derechos adquiridos sobre esas áreas, sea porque tiene un título individual o comunal o un certificado de posesión o, incluso, sólo la posesión de hecho? La colonización desconoció los derechos de los pueblos indígenas. Ahora el proceso que quiere iniciar este gobierno desconoce los derechos de los colonos y de los indígenas. Los industriales madereros, salvo tal vez alguna excepción, no han tenido nunca interés en manejar sus concesiones. Con la anterior ley forestal, se dedicaron a buscar pequeños testaferros que gestionaran permisos sobre áreas de 1000 hectáreas, otorgadas por las direcciones regionales del Ministerio de Agricultura, con muy pocas exigencias técnicas y costos bajos. Con la nueva ley, hacen acuerdos leoninos con comunidades, muy poco conocedoras de precios, volúmenes y contratos, que les sirven a los madereros para varias cosas. Una de ellas es legalizar la madera que extraen de cualquier lugar. Otra, es la de facturar la madera a nombre de las comunidades, lo que ha convertido a muchas de ellas en “primeros contribuyentes”, aun cuando lo que realmente obtienen por su madera son miserias.

En una reunión sobre el tema en Iquitos, un connotado industrial maderero de la región señaló que el manejo no era posible, que no había experiencias ni información, que el bosque amazónico tenía pocas especies valiosas por hectárea y una vez acabada las maderas valiosas, ellos tendrían que dedicarse a otra actividad. Para la reforestación podrán ellos esgrimir razones similares: hay muy poca experiencia en la Amazonía y los plazos de espera son largos. Insisto, hay que trabajar con la gente que está asentada en la región, ofreciéndole créditos y asesoría técnica, lo que además sería una manera del Estado de reconocer el peso de su responsabilidad por haber propiciado su traslado y abandono. El señalamiento de la ley de que si en cinco años no han cumplido con las condiciones de la adjudicación en venta, las tierras serán revertidas al Estado, no es garantía suficiente. Cinco años pasan rápido y cumplido este plazo los propietarios podrán dedicar sus predios a lo que quieran, sin que el Estado pueda decir nada. El hecho de que la “ley de la selva” y otras que van en paralelo insistan en el tema de la individualización y privatización de las tierras, me hace pensar que éste es el objetivo central de dichas normas, no la reforestación.

La última cuestión que quiero mencionar es que, estando de acuerdo con la propuesta del CIAM de paralizar la aprobación del anteproyecto de ley 840-960, con la finalidad de elaborar un nuevo texto, considero que es una medida insuficiente si no se toma en cuenta que este proyecto de ley es parte de un paquete más amplio, que igualmente debe ser sometido a revisión y amplia consulta. En efecto, están los proyectos de ley 1770, 1900 y 1992. El primero establece “el régimen temporal extraordinario de formalización y titulación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas”. La formalización, que en el contexto de esta propuesta es sinónimo de individualización, busca convertir las tierras comunales en mercancía. La idea es que la gente las pueda vender y con eso capitalizarse. Si vamos al contenido del término, la pregunta es por qué formalizar algo que ya lo fue, en aplicación a leyes vigentes desde hacer 30 años y más. Como referente histórico quiero citar el caso de la ley que diera Simón Bolívar cuando gobernó el Perú a inicios de la república, en la que dispuso la libre venta de las tierras comunales. El resultado fue la que gente recibió miserias por sus tierras y se quedó más pobre que nunca. La propuesta, una especie de “Bolívar recargado”, no sopesa los efectos negativos de aquella norma. Esta ley, además, deja en suspenso la ley de deslinde y titulación de comunidades campesinas y la ley de comunidades nativas (DL 22175) durante cuatro años. En otras palabras, durante ese tiempo no se les reconocerán derechos territoriales a unas ni a otras. El encargado de la formalización es COFROPI, que no tiene ninguna experiencia en el mundo rural ni menos en comunidades nativas y que actuaría de oficio, es decir, verticalmente.

El proyecto ley 1900 es similar al anterior y probablemente haya sido elaborado para sustituirlo. Su primer artículo declara “de interés público y de prioridad nacional la titulación, registro y rectificación de predios rurales, comunidades campesinas y nativas.” El término formalización en este proyecto ha sido reemplazado por el de rectificación. Es decir, desde el inicio se nos pone al tanto de que los títulos están mal y que deben ser corregidos. Nuevamente es COFROPI el ente encargado del proceso de “Determinación, conversión y/o rectificación de áreas perimétricas de las tierras de las comunidades campesinas y nativas si estas hubieran inscrito su propiedad en los registros públicos, sin el plano de conjunto, actas de colindancia, memoria descriptiva y/o cuando en dichos títulos los linderos, medidas perimétricas o el área total de sus tierras comunales estén consignados en medidas distintas al sistema métrico decimal” (Art. 3º). Este proyecto termina con una disposición complementaria final que determina la derogatoria de “todas las disposiciones legales que se opongan a la presente propuesta”. Es decir, le deja amplias posibilidades de juego al administrador.

El proyecto ley 1992 tiene por finalidad modificar la Ley Nº 26505, “Ley de la inversión privada en el desarrollo de las actividades económicas en las tierras del territorio nacional y de las comunidades campesinas y nativas”, es decir, la “ley de tierras” dada por Fujimori en 1995. Su finalidad está orientada a facilitar la parcelación de los territorios comunales entre comuneros posesionarios y la libre transferencia de la propiedad comunal al mercado inmobiliario. El proyecto quiere terminar de abrir las puertas para la disolución de las comunidades y la venta de sus tierras en el mercado de tierras. Habla también de regularizar el derecho de propiedad comunal, como si éste fuese irregular por ser colectivo. El derecho a la propiedad comunal está reconocido por la Constitución, el Código Civil y las leyes de comunidades nativas y comunidades campesinas, además del convenio 169 de la OIT y la declaración de los derechos de los pueblos indígenas, aprobada por la Asamblea General de las Nacionales Unidas. Es preciso indicar que cuando este proyecto de declaración se trabó por la oposición de algunos países, fue el Perú uno de los abanderados, hace apenas un año, en el proceso de desbloqueo de esta iniciativa. ¿Qué le ha pasado al gobierno en tan poco tiempo? Este proyecto no cuenta con opinión de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos ni ha sido consultado, al igual que todos los demás, con las organizaciones indígenas de conformidad a lo dispuesto en el Convenio 169 y a la declaración de los derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.

Es claro, entonces, que importa poco que la “ley de la selva” diga que no afectará derechos de comunidades campesinas y nativas. La batería contra ellas está dispuesta en otras troneras.

19.1.08

Capacitaciones para los miembros y voluntarios de Aripimatakero

Las capacitaciones tienen por finalidad crear un ambiente de reflexión mediante el conocimiento teórico y vivencial de los expositores invitados sobre la realidad del Rió Tambo. De esta manera, se busca enriquecer la experiencia de los participantes y sensibilizarlos a la realidad sobre la cual trabajarán.

Lunes 21: Experiencias docentes en el distrito de Río Tambo
4:30 – 6:30 María Heisse *

Martes 22: Educación Intercultural entre los asháninkas
4:00 – 6:00 Lucy Trapnell

Miércoles 23: Historia y contexto asháninka
4:00 – 6:00 Óscar Espinosa

Jueves 24: Derecho y conflictos en la amazonía peruana
4:00 – 6:00 Javier Echevarría

Viernes 25: Responsabilidad social e interculturalidad
4:00 – 6:00 Levy del Águila

Lugar: Facultad de Educación de la PUCP
Hora: 4:00pm - 6:00 pm

* La capacitación del día lunes tendrá lugar en la casa de María Heise y se realizará de 4:30pm a 6:30pm.

SI DESEAS PARTICIPAR DE LAS CAPACITACIONES Y NO PERTENECES A ARIPIMATAKERO ESCRÍBENOS A aripimatakero@pucp.edu.pe

28.12.07

Proyecto Educa - T en Puerto Ocopa II


Durante la tercera semana de febrero y primera de marzo, estudiantes de la Facultad de Educación, de Estudios Generales Letras y miembros de Aripimatakero de la Pontificia Universidad Católica del Perú viajaron a la comunidad de Puerto Ocopa y ofrecieron talleres de verano a niños de inicial primaria y secundaria de esta comunidad.


3.8.07

I ENCUENTRO INTERCULTURAL DE ESTUDIANTES



PRESENTACIÓN DE LA EXPERIENCIA

El presente encuentro intercultural se realizó entre diez estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y diez estudiantes del Instituto Superior Tecnológico Público Asháninka (ISTPA) del 4 al 21 de agosto de 2007.


El objetivo principal de este encuentro fue el de promover un espacio de diálogo, entre estudiantes del ISTPA y de la PUCP, en torno a temas de desarrollo con el fin de elaborar y ejecutar de manera conjunta una propuesta, referente a temas de salud y medio ambiente. Todo esto se enfocó para beneficiar las aptitudes de los involucrados dentro de los temas mencionados.

Etapas del Encuentro

1) Viaje de los estudiantes del ISTPA a Lima: Los estudiantes del ISTPA participaron junto con los de la PUCP en talleres de salud, medio ambiente y de interculturalidad; asimismo, fortalecieron sus conocimientos técnicos mediante capacitaciones y enriquecieron sus experiencias de vida.


2) Viaje de los estudiantes de la PUCP a Puerto Ocopa:

Los estudiantes de la PUCP junto con los del ISTPA replicaron lo aprendido en Lima con la comunidad de Puerto Ocopa.

28.7.07

EQUIPU: CONCURSO GENERANDO CONOCIMIENTO


El día viernes 20 de julio se llevó a cabo la ceremonia de premiación de Generando Conocimiento, I Concurso E-QUIPU, en el Auditorio de Ingeniería de la PUCP. De un total de 33 propuestas participantes, el segundo lugar de la Categoría Perfiles, fue para el equipo de ARIPIMATAKERO con la propuesta de este Encuentro.

17.7.07

Nuestro Equipo



Alejandro Wangeman Vega- Alfonso José Muñoz Villanueva- Antonio Felipe Velasquez Fernandez- Eduardo Javier Romero Dianderas- Fernando Sebastián Galliani García- - Luis Alberto Castillo Vásquez- Maria Esperanza Gonzales Soto- Mónica Ognio Salazar- Oscar Martin Bermeo Ocaña- Roxana Rivas Suarez- Sara Sarfaty Vargas- Ximena Málaga Sabogal - Kimi Gushiken Quiñones - Nilda Huamán.

9.6.07

Justificación de nuestro proyecto

El mundo contemporáneo se caracteriza por la enorme variedad de culturas y realidades sociales; cada una de estas, como consecuencia del actual proceso de globalización, ha entrado en un constante diálogo con todas las demás a través de los medios de comunicación, las migraciones y el turismo, lo cual ha originado dinámicas complejas y relaciones de poder entre ellas. Ésto cobra particular relevancia en un país como el nuestro, donde históricamente el contacto entre culturas diferentes ha estado marcado por la discriminación y la marginación. Una ciudadanía responsable en un país así, por lo tanto, debe poseer un espíritu abierto e intercultural.

Aripimatakero entiende una ciudadanía intercultural como una ciudadanía de reconocimiento y diálogo entre sus ciudadanos y entre éstos y el Estado, abriendo espacios de comprensión y procurando la horizontalidad en todos los niveles de la comunicación y la acción. Entendemos la generación de dicha ciudadanía en tres niveles fundamentales. El primero tiene que ver con la persona, que ya desde su formación debe emprender una constante reflexión que le permita establecer puentes con otras realidades ajenas a la suya. El segundo tiene que ver con la sociedad, dado que la toma de conciencia individual debe tener como consecuencia la generación de relaciones sociales más simétricas y abiertas. El tercero tiene que ver con el papel de la Universidad, y principalmente con la PUCP, que en su calidad de centro de formación debe ser un lugar donde la interculturalidad, entendida como el diálogo respetuoso entre diferentes experiencias y conocimientos, encuentre un lugar privilegiado.

La elección de trabajar con esta población indígena respondió principalmente a las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación (CVR). De acuerdo con la CVR durante los años de violencia subversiva la Selva Central fue una de las zonas más impactadas. Río Tambo es uno de los distritos que fue más afectado por la violencia política. En la actualidad, el 80% de sus habitantes vive en estado de pobreza y extrema pobreza, y no tiene acceso a servicios básicos de calidad como lo son la educación y salud.

Entrega de libros recolectados en la Segunda Librada Asháninka



Se llegó a recolectar más de 800 libros gracias a la colaboración de la Universidad Agraria La Molina, ONPE y público en general. La entrega se efectuó en Febrero del 2007 por miembros del grupo Aripimatakero a representantes del Instituto Superior Tecnológico Público Asháninka de Puerto Ocopa.

30.11.06

Segunda Librada Asháninka- ¡Dona un libro ya!



ARIPIMATAKERO convoca a la Segunda Librada Asháninka a realizarse durante los meses de Diciembre y Enero en la cajas dispuestas en las puertas de la Universidad y en las facultades de Ingeniería Mecánica, Educación, Estudios Generales Letras, Estudios Generales Ciencias, Ciencias Sociales y Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Esta iniciativa busca continuar la labor de la Primera Gran Librada Asháninka organizada por la Red Internacional de Estudios Interculturales (RIDEI) en el año 2005, donde cerca de 1000 libros fueron recolectados y entregados al Instituto de Puerto Ocopa en el Río Tambo. Invitamos a todo aquel que lea esto a donar los libros que ya no use, cualquier colaboración será bien recibida.
Actualmente ARIPIMATAKERO viene realizando sus actividades en el INSTITUTO SUPERIOR ASHÁNINKA de Puerto Ocopa. Los alumnos de este instituto están cursando estudios de Enfermería Técnica e Ingeniería Agropecuaria y requieren Bibliografía relacionada a estas carreras. En la comunidad de Puerto Ocopa hay también un colegio que requiere material bibliográfico variado.
Mayor Información
aripimatakero@pucp.edu.pe

24.11.06

Proyecto Educa-T en Puerto Ocopa

Proyecto ARIPIMATAKERO – FACULTAD DE EDUCACIÓN :

Durante la segunda quincena de enero y la primera quincena de febrero, estudiantes de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú viajaron a la comunidad de Puerto Ocopa y ofrecieron talleres de verano a niños de inicial y primaria de esta comunidad.


En la foto de abajo, niños de segundo de primaria mostrando sus trabajos.

Experiencia en la Merced

Dentro del marco proyecto “Formación intercultural y ciudadanía de jóvenes Asháninkas del Distrito de Río Tambo- Selva Central” la Municipalidad del distrito del Río Tambo en coordinación con el CAAAP organizaron una academia pre-universitaria.

Jóvenes Asháninkas y colonos seleccionados por sus comunidades para integrar este Proyecto recibían clases de nivelación académica en un albergue que el CAAAP tiene en la ciudad de la Merced, provincia de Chanchamayo, Junín con la finalidad de posteriormente seguir estudios superiores.

Es en este contexto que la PUCP decide organizar una experiencia entre estudiantes de la Facultad de EEGGLL y estudiantes del albergue de la Merced. Para ello se coordinó con la RIDEI y la DAPSEU (ahora DARS).

El primer viaje de voluntarios se realizó entre el 25 de febrero y el 5 de marzo. Diez estudiantes de la PUCP divididos en dos grupos viajaron a la Merced para trabajar como voluntarios contribuyendo con la nivelación académica y compartiendo una experiencia intercultural. Cada grupo de voluntarios estuvo una semana trabajando y conviviendo con 24 jóvenes Asháninkas y 12 colonos.

La dinámica de trabajo consistió en realizar apoyo académico en las horas en que los estudiantes no tenían clases. Los profesores los habían dividido en cinco grupos y cada grupo estaba a cargo de un voluntario.

Durante las dos semanas además del trabajo también hubo momentos de esparcimiento, una gymkhana con diversos juegos, una interesante bienvenida-despedida con sorprendentes actuaciones con las que los jóvenes del Río Tambo nos invitaron a conocer un poco más de su cultura, un paseo campestre, entre otras actividades.

La intensidad de esos quince días en la Merced fue muy fuerte. Producto de esa intensidad la mayoría de los participantes de la PUCP iniciarían un proceso de redefiniciones entre lo que eran antes del viaje y los cambios que sufrieron a partir de éste. Es en este contexto que siete estudiantes que participaron de este encuentro deciden fundar Aripimatakero en marzo de 2006.

El distrito del Río Tambo


El distrito del Río Tambo se ubica a 415 s.m.n.m. Con una superficie de 10,562 Km2, es el distrito más extenso del departamento de Junín. Limita por el Norte con los departamentos de Pasco y Ucayali, por el Sur con los departamentos de Ayacucho y Cuzco, por el Este con los departamentos de Ucayali y Pasco y por el Oeste con la provincia de Satipo (distrito de Río Negro, Mazamari y Pangoa). Este distrito además reúne la mayor parte de las comunidades indígenas del departamento de Junín (60 comunidades).